Hola a todos, familias y niños, hasta hoy no he encontrado ni las palabra ni el momento adecuado para despedirme, pero ya no lo puedo demorar más y como se que lo estáis pasando fenomenal en vuestras merecidas vacaciones no me da tanta pena.
Queridas Ardillas, empece este curso pidiendo permiso para entrar en vuestro bosque y hoy puedo decir que no sólo me dejasteis pasar también me he sentido uno más. Me ha encantado ser parte de esta aventura y no puedo resumir en pocas palabras todo lo que me habéis hecho sentir, poco a poco y día a día os fuisteis haciendo un huequecito en mi corazón.
Las despedidas son tristes, pero yo no lo estoy porque se que os irá muy bien y que es necesario que sigáis creciendo.
También quiero despedirme de todas vuestras familias que han sido una parte muy importante en este viaje, a ellos todavía le queda mucho trabajo pero estoy segura que os ayudarán a creer y ser unas estupendas personas.
Se que muchos ya podéis leer lo que os pongo aquí pero igualmente estoy segura que lo entenderéis mejor cuando dentro de unos años releáis este blog.
Me despido con algo que os he dicho a muchos en mis mensajes pero que ahora es el momento de compartirlo con todos, gracias por hacerme crecer como persona pero sobre todo por demostrarme que la profesión de maestro es una de las más bonitas del mundo.
GRACIAS, GRACIAS.
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